LEFÈVRE, MATTEO
Este libro nace de otro, homónimo, es su hijo unigénito, su «vida segunda», diría Salinas, su nueva voz. Quiero decir: mi nueva voz. Un canto derivado e independiente, que procede de su primera expresión —la de mi lengua materna, el italiano— y hoy se condensa en otro espacio, tiempo, idioma: el español, que es mi horizonte de elección. Para los teóricos y exégetas más rígidos, este poemario es fruto de una autotraducción (con muchos cambios y licencias, hay que subrayarlo...), un acto de comunicación interlingüística o, quizás, un mero ejercicio retórico exhibido por un escritor supuestamente (¿presumidamente?) bilingüe. Para mí, en cambio, es linfa vital, movimiento, gratitud, conciencia, todo lo que le pido a la poesía; una necesidad inflexible, el afán de sentirse parte de un mundo distinto en primera persona y en lengua segunda. Aquí está el reto de estas páginas, su profunda esperanza, su gloria verdadera.
M. L.