FEITO, VIRGINIA
Vuelve, por fin, aún más audaz y provocadora, «la Patricia Highsmith española», «la nueva dama del thriller» (La Razón) que conmocionó a prensa, libreros y lectores con La señora March, Premio Best Novel Valencia Negra y Premio Un Año de Libros al mejor debut, y uno de los mejores libros del año según El País, El Cultural, La Vanguardia, Elle y Telva. El señor y la señora Pounds han contratado a Winifred Notty para que cumpla el rol de la perfecta institutriz victoriana: dará clases a sus pupilos (francés y costura a Drusilla y álgebra e historia al pequeño Andrew) y les contará cuentos antes de dormir. Pero Ensor House y sus habitantes ocultan más perversiones y secretos que la perturbada señorita Notty, capaz de convertir un té con elegantes invitados y bebés en el salón en un acontecimiento macabro. ¿Qué ha pasado en su vida para que una fría mañana de Navidad todas las piezas del pasado y el presente encajen y un final opuesto al de un cuento de hadas nos estremezca como un regalo sangriento? Cruelmente divertida, clásica y moderna, y dickensianamente escalofriante, Victorian Psycho confirma el original talento de «la nueva dama del thriller» (Ángeles López, La Razón).La crítica ha dicho...
«Virginia Feito lo ha vuelto a hacer: una novela brillante, oscura, hipnotizante como un cuervo devorando las entrañas de una alimaña que agoniza. Si La señora March nos fascinó, esta Victorian Psychonos va a hacer explotar la cabeza. Un libro adictivo como un cocktail de láudano, opio y mala leche».
Isabel Coixet «Una nueva novela deliciosamente retorcida».
People Sobre La señora March:
«Larga vida literaria a Virginia Feito».
José María Guelbenzu, Babelia«Un personaje inolvidable y una trama de una diabólica complejidad. Esta novela deja una huella imborrable en el lector. Espero con auténtica ansia su siguiente libro».
Isabel Coixet «Magistral, poderosa y aterradora, de lectura compulsiva, escrita con una prosa ágil y fresca y un perfecto dominio de la estructura narrativa, del ritmo y de cómo mezclando cotidianeidad y humor también surge el horror y el miedo».
Rosa Martí, El Confidencial«La señora March (y su autora) han llegado para quedarse».
Ismael Marinero, El Mundo «Un cruce entre La maravillosa señora Maisel y El talento de Mr. Ripley con un toque de Shirley Jackson».
Charo Lagares«De lectura absorbente. [...] Brillantísimo: mantiene al lector en tensión hasta la última palabra».
Ascensión Rivas, El Cultural «La tensión aumenta de un modo que recuerda a las novelas de Patricia Highsmith. [...] Las últimas páginas son tan impactantes que el lector puede versetentado de volver al principio para entender lo que Feito ha logrado en su perfecto debut».
The New York Times Book Review «Una novela llena de referencias literarias, con guiños a La señora Dalloway de Woolf, [...] a Highsmith y a Hitchcock. [...] Perversamente pertida».
The Guardian
Si Patrick Bateman hubiera nacido en la Inglaterra victoriana y hubiera trabajado como institutriz, su nombre sería Winifred Notty. En Victorian Psycho, Virginia Feito nos arrastra a un universo que combina el clasicismo dickensiano con el desenfreno tarantinesco, la ironía de Fleabag y una violencia descarnada que estalla entre tazas de té y lecciones de costura.
Desde su llegada a Ensor House, Winifred Notty asume el papel de la perfecta institutriz victoriana. Sus pupilos aprenden álgebra, historia y francés, pero las verdaderas lecciones transcurren entre las sombras de la mansión, donde los secretos de la familia Pounds compiten en oscuridad con los de su enigmática maestra. Lo que comienza como un relato de época pronto muta en una espiral de locura, salpicada de sangre y de un humor tan afilado como las tijeras de costura de la señorita Notty.
Feito vuelve a demostrar su maestría en la construcción de personajes y en la disección de la hipocresía social. Winifred Notty no es solo una asesina en serie adelantada a su tiempo: es una voz caústica y desafiante que dinamita el decoro con la misma facilidad con la que empuña un cuchillo. Como si Jane Eyre hubiera decidido tomarse la justicia por su mano, Victorian Psycho nos sumerge en un cuento de hadas macabro donde cada página se despliega como un regalo envuelto en papel de luto.
La novela es tan hipnótica como perturbadora, un cóctel de láudano, opio y mala leche que confirma a Feito como una de las autoras más audaces del thriller contemporáneo. Prepárense para un descenso a los infiernos victoriano donde las buenas maneras terminan a cuchilladas.
Si Patrick Bateman hubiera nacido en la Inglaterra victoriana y hubiera trabajado como institutriz, su nombre sería Winifred Notty. En Victorian Psycho, Virginia Feito nos arrastra a un universo que combina el clasicismo dickensiano con el desenfreno tarantinesco, la ironía de Fleabag y una violencia descarnada que estalla entre tazas de té y lecciones de costura.
Desde su llegada a Ensor House, Winifred Notty asume el papel de la perfecta institutriz victoriana. Sus pupilos aprenden álgebra, historia y francés, pero las verdaderas lecciones transcurren entre las sombras de la mansión, donde los secretos de la familia Pounds compiten en oscuridad con los de su enigmática maestra. Lo que comienza como un relato de época pronto muta en una espiral de locura, salpicada de sangre y de un humor tan afilado como las tijeras de costura de la señorita Notty.
Feito vuelve a demostrar su maestría en la construcción de personajes y en la disección de la hipocresía social. Winifred Notty no es solo una asesina en serie adelantada a su tiempo: es una voz caústica y desafiante que dinamita el decoro con la misma facilidad con la que empuña un cuchillo. Como si Jane Eyre hubiera decidido tomarse la justicia por su mano, Victorian Psycho nos sumerge en un cuento de hadas macabro donde cada página se despliega como un regalo envuelto en papel de luto.
La novela es tan hipnótica como perturbadora, un cóctel de láudano, opio y mala leche que confirma a Feito como una de las autoras más audaces del thriller contemporáneo. Prepárense para un descenso a los infiernos victoriano donde las buenas maneras terminan a cuchilladas.